Isla Mujeres. – Antonio
Sandría Molina, de 63 años de edad, se debate entre la vida y la muerte al caer
a una altura de cuatro metros cuando trabajaba en la construcción de una
palapa.
El pronóstico era
“reservado”, pero de acuerdo a los mismos paramédicos que lo asistieron, este
presentaba un traumatismo craneoencefálico severo, motivo por el cual se
decidió trasladarlo a la ciudad de Cancún.
Los hechos se suscitaron
ayer por la mañana alrededor de las 10:30 cuando, el constructor de palapas,
resbaló de una trave de madera que lo sostenía, cayendo al suelo.
Según testigos, el
trabajador recibió el golpe directamente en la cabeza con el “filo” de la banqueta
y perdió el conocimiento.
Paramédicos de la
Cruz Roja levantaron al paciente y primero lo trasladaron al Sanatorio Naval
donde fue valorado, pero no demoró mucho y después se ordenó su traslado a un
hospital en la Ciudad de Cancún.
Los médicos
navales, le diagnosticaron traumatismo craneoencefálico grave, y como su estado
de salud era delicado, no se quiso perder más tiempo.
Debido a la
gravedad del accidente, se decidió disponer de una de las patrullas de la
Armada de México, para trasladar al paciente hacia Puerto Juárez, en donde otra
ambulancia ya lo esperaba.
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