Isla
Mujeres. – A casi seis meses del asesinato de su hijo, hoy Wilfrido Ojeda Pinto,
de oficio taxista de Isla Mujeres, clamó justicia al procurador Gaspar Armando
García Torres, pues asegura que el crimen no solo sigue impune sino que además,
él y su familia sigue recibiendo amenazas de muerte.
El
joven taxista interrumpió el discurso de recién nombrado Presidente del Consejo
Consultivo Ciudadano de Isla Mujeres para dirigirse hacia el procurador de
Justicia de Quintana Roo y explicar en pocos minutos su problema y el martirio
que sigue viviendo, pues insiste en que él esta amenazado de muerte y que por
eso no puede salir de la ínsula.
“Yo
lo único que le pido, es que me ayuden a encontrar a los asesinos de mi hijo,
porque creo saber quienes fueron los actores intelectuales de mi hijo, lo dicen
a los cuatro vientos, desde el momento que mataron a mi hijo me han destruido,
no duermo, tengo miedo solo le pido que me ayuden” comentó el taxista con
lágrimas en los ojos.
Ojeda
Pinto rompió con el protocolo del evento y con su solicitud logró sensibilizar
a más de más de uno en el presídium, el procurador se puso de pie y se
comprometió a dar seguimiento a este caso.
El
taxista quien sigue trabajando, detalló que él solo en una ocasión intentó
salir de Isla Mujeres y de inmediato iniciaron las amenazas vía telefónica a
través de un número telefónico el cual hasta hoy no ha podido ser investigado.
“A
los 20 días de la muerte de mi hijo, apareció la camioneta en donde iban los
asesinos y hasta hoy no existe una pista de ellos ni huellas ni nada, señor
procurador, apóyeme, solo quiero justicia para mi hijo” comentó.
El
padre afligido entregó copia de todo el expediente que tiene y de los recortes
de periódico en torno al caso, pero antes de despedirse, se disculpó por la
intromisión, e insistió en que él ya no sabe a quién recurrir, pues se siente
perseguido y teme por la vida de su hija y su esposa.
Es
importante señalar que su hijo quien en vida respondía al nombre de Geovani Wilfrido Ojeda Garrido (+), fue levantado
por un grupo armado el pasado 26 de marzo del 2011 en la zona del
estacionamiento del Gran Puerto y el mismo día apareció su cuerpo con dos
disparos, uno en la cabeza y el otro en el abdomen.
Ojeda
Garrido tenía 21 años de edad y su muerte es la segunda registrada a manos del
crimen organizado, pues el primero fue el joven Geiler
David Dzib Euán de 29 años quien luego de ser levantado en Cancún apareció
muerto en Playa del Carmen con visibles signos de tortura.
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