Isla Mujeres. – A dos años del aumento en las tarifas de los barcos que cubren la ruta de Isla Mujeres a Puerto Juárez hoy salen a relucir nuevas dudas y cuestionamientos sobre quien o quienes estuvieron detrás de este plan que sigue afectando los bolsillos de los isleños.
Como se sabe, la Comisión Federal de Competencia (CFC) confirmó mediante su sitio oficial, que sí hubo dolo tanto la por empresa marítima Ultramar como las empresas de la familia Magaña (Transportes Marítimos Magaña “TMM”); fijando una multa que supera los 25 millones de pesos.
Es importante explicar que el problema se originó en los albores de la administración de Alicia Ricalde Magaña, quien desde entonces mantenía estrecha amistad con Germán Orozco Sarro, director general de la empresa Ultramar.
Como todos saben, este 25 de julio se cumplieron dos años del artero aumento del 70% en las tarifas y valdría la pena repasar de nuevo y subrayar aquellos puntos que han quedado en el olvido y que en su momento fueron minimizados inclusive por los medios de comunicación.
Nada fue casual, Alicia Ricalde Magaña ya había pasado por la diputación federal, dejaba el Registro Agrario y se encaminaba hacia la presidencia municipal por Isla Mujeres y uno de sus “padrinos” económicos era el propio Orozco Sarro.
Gernán Orozco Sarro Director General de Ultramar |
El Gobierno panista inició el pasado 10 de abril del 2008, y fue entonces cuando inició la gestión para solicitar el aumento de las tarifas de ambas empresas.
La ex presidenta municipal no hizo nada para evitarlo el aumento y mucho menos alertó a la comunidad, contrario a esto, decidió avalar el aumento dando las anuencias firmadas para poder proceder ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Apenas un año y tres meses habían transcurrido de la administración de Ricalde Magaña cuando Ultramar le hizo llegar la “factura” a la presidenta municipal en turno; Se trataba de la solicitud de alza que hacían las navieras, para poder aumentar en más de un 70%.
La ambición de Orozco Sarro no tenía límites, ya que no solo buscaba elevar sus tarifas sino que además aniquilar a su vieja competencia, Transportes Marítimos Magaña (TMM).
El director general de la empresa “Amarilla”, sabía que el aumentar drásticamente las tarifas provocaría una reacción encadena, y para evitar ser los únicos, buscaron el acercamiento con Transportes Marítimos Magaña (TMM) a quien “convenció” de aumentar las tarifas.
El anuncio de las nuevas tarifas |
La enemistad que había entre Ricalde Magaña y la empresa TMM había venido en aumento, no era un secreto para los isleños y para ellos (TMM) resultaba imposible conseguir la anuencia firmada por el ayuntamiento para aumentar sus tarifas, pero fue allá donde entró la negociación de Ultramar.
Fue el pasado sábado 25 de julio del 2009 cuando ambas navieras luego de conseguir la anuencia decidieron poner en vigor dichas tarifas al público en general.
Orozco Sarro ya tenía un plan y su argumento más importante era el constante aumento al combustible.
Para entonces, la empresa Magaña desconocía el plan maquiavélico de Orozco Sarro y Ricalde Magaña, pues ambos tenían el mismo propósito: acabar con la naviera pionera del servicio en la localidad, sabían entonces que la homologación de los precios traería como resultado un daño colateral hacia TMM.
Ricalde Magaña, era la más indicada paras ello, pues en el fondo se consumiría la venganza “histórica” que la concejal tiene en contra de esa familia desde hace muchos años.
Hay que recordar que Ultramar entró en operaciones en Isla Mujeres a principios del 2003, pero lo que muchos no saben, es que un año antes (2002) inició un proyecto colectivo denominado “La cooperativa Transportes Marítimos Continental Mujeres, S.C. de R.L.", empresa naviera quien con apoyo del gobierno y prestamos federales buscaba entrar a la competencia de la entonces única naviera operadora de la ruta Isla Mujeres Puerto Juárez (Magaña)
La reunión en Cabildo |
Casualmente Ricalde Magaña también promovió este proyecto buscando solamente sacar ventaja política de ello, pues por una o por otra, buscaba acabar con la única empresa que ofrecía el servicio marítimo en ese tiempo.
El proyecto “Continental Mujeres” estaba conformado por un grupo de Isleños quienes invirtieron sus pocos ahorros y con ello buscaban ofrecer una segunda alternativa marítima en el cruce hacia Puerto Juárez.
Ricalde Magaña desde antes de asumir la presidencia municipal, simuló el apoyo a los isleños de “Continental Mujeres” pero después los abandonó y traicionó, pues sabía siempre supo de la fuerte inversión que venía con Ultramar y dejando que los isleños invirtieran lo poco o mucho que tenían en sus ahorros.
Ya en el poder, Ricalde Magaña no solo se hizo a la desentendida, sino que además se olvidó del apoyo prometido a la agrupación.
Los directivos del proyecto “Continental Mujeres” entre ellos el señor Virgilio Fernández Magaña, hizo publica su molestia e incluso, recriminó públicamente a ella, dejando en evidencia que Alicia Ricalde no solo los abandonó sino que también obstaculizó los planes del proyecto.
Virgilio Fernández Magaña |
Fernández Magaña invirtió en el proyecto “Continental Mujeres” 150 mil pesos (en el año 2002), y hoy insiste en que Alicia Ricalde Magaña no fue honesta y no habló de lo que en verdad sucedía y del fracaso al cual ya estaban condenados.
“Si ella hubiera sido honesta y nos hubiera dicho que ya venía en camino una empresa tan fuerte como Ultramar, nadie hubiera invertido sus ahorros en este fracaso” comentó Fernández Magaña.
En esa cooperativa muchos isleños invirtieron sus pocos ahorros, pero al final el grupo fue abandonado a su suerte y nunca recibió asesoramiento de financieros y capacitación como ella prometió.
El grupo asegura hasta el día de hoy que la ex edil panista encaminó el proyecto, pero de pronto empezaron a surgir contratiempos, que después fueron llamados “obstáculos”, precisamente cuando Ultramar estaría por iniciar operaciones.
El proyecto de los isleños isleño perdió fuerza pues antes de nacer, Ultramar entró en operaciones (2003) con su primera flotilla de embarcaciones y fue entonces cuando Ricalde Magaña demostró de parte de quien estaba.
La ex presidenta municipal jugo siempre doble cara, pues por un lado promovía el proyecto de la empresa “Continental Mujeres”, pero por otro lado también promovía la llegada de Ultramar.
Embarcación "Tintorera" |
La empresa “Continental Mujeres” estaba destinada al fracaso, ella lo sabía, pero funcionó de maravilla para sus intereses personales, tan es así que hasta hoy goza de pase gratuito en las embarcaciones amarillas, ella y toda su familia.
El proyecto isleño que inició como un algo “bueno”, fue abandonada junto con su embarcación “Tintorera”, los cuales están en quiebra y al borde de un embargo del cual hasta hoy no salen.
El anuncio de las nuevas Tarifas |
A raíz del “apoyo” que Orozco Sarro le dio a Ricalde Magaña durante la campaña política, en donde ella lograría el triunfo para el Partido Acción Nacional, entonces lo que se esperaba, era el pago del favor.
La “factura” entonces la vendría a pagar durante su gestión municipal y precisamente sucedió el 25 de julio del 2009 cuando ambas navieras luego previo acuerdo, deciden aumentar sus tarifas por encima del 70 por ciento, provocando un descontento general entre la población.
La reacción de la gente fue inmediata, pero la de las autoridades no, inclusive, Ricalde Magaña demoró una semana en fijar su postura sobre dicho aumento.
Ante la presión de los medios de comunicación y el descontento de la gente,
la capitanía de Puerto puso al descubierto el documento donde el ayuntamiento ofrecía el total acuerdo para aplicar dichas tarifas.
Anuencia Firmada |
Se presentó el documento en donde el entonces secretario general Manuel García García bajo las ordenes de la ex alcaldesa panista, habría dado la autorización correspondiente.
Algunos isleños se organizaron y buscaron el apoyo de las organizaciones para protestar por el alza, pero no hubo eco, había presión para desarticular cualquier tipo de protesta, situación que fue un reflejo de la propia edil, quien se vio lenta en emitir una postura, estaba decidida a guardar silencio.
Protesta de Isleños |
Pese a la protesta de la gente en los medios de comunicación y la exhibición pública de documentos, se extrañó que la autoridad municipal no hiciera nada, se hizo raro no ver entonces la actitud arrebatada y prepotente que siempre ha caracterizado a Ricalde Magaña en este reclamo de justicia popular.
Pese a la presión de la gente y luego de haber transcurrido una semana, Ricalde Magaña, finalmente decidió encarar el problema intentando responsabilizar a su secretario general, Manuel García García de la firma de la anuencia, pero tampoco existió reprenda, castigo o suspensión para el funcionario.
La edil reconoció que la anuencia la había firmado su secretario general, pero que seguramente lo habían “sorprendido” con la firma de los documentos. ¿Hay doble moral?
Ricalde Magaña siempre insistió en que la firma de la anuencia no era una condicionante para validar las tarifas. ¿Entonces para que se firmó?...
Ricalde Magaña siempre insistió en que la firma de la anuencia no era una condicionante para validar las tarifas. ¿Entonces para que se firmó?...
La respuesta era clara, ya que la empresa Ultramar necesitaba recuperar la fuerte inversión que para ese entonces habían hecho con la compra de la segunda flotilla de embarcaciones, la cual entró en vigor, precisamente tres meses antes del ajuste tarifario.
Esto desencadenó la debacle de las empresas de la familia Magaña, quien hasta hoy no logra recuperarse.
Orozco Sarro sabía que al homologar tarifas entre ambas navieras, los isleños se inclinarían hacia la flotilla amarilla (Ultramar), lo que desató mayores problemas a la competencia.
Ante la fuerte presión en los medios, Ricalde Magaña convocó a debatir el tema entre los directivos de la empresa Ultramar y sus propios Regidores, en una reunión en la sala de cabildos, pero no logró dar marcha atrás, el “golpe” económico ya estaba dado.
Intervención de Orozco Sarro |
“Nosotros hemos respetado nuestras tarifas desde que entramos en operación y si en verdad los isleños buscan un servicio más económico, pues que se vayan por ferry” fueron las palabras del director general de Ultramar Orozco Sarro en aquella reunión ante regidores y la presidenta municipal, quien ni siquiera se inmutó.
Era claro que había un compromiso muy grande y no había posibilidad alguna de que Ricalde Magaña promoviera o encabezara ningún movimiento social para buscar echar a bajo las tarifas. En aquella reunión en el Palacio Municipal sólo se veía nerviosa fumando sus cigarros, pero nunca saltó en ella su personalidad combativa y directa como se le ha visto en otras ocasiones, como fue en contra de los taxistas, en esa ocasión solo se militó a escuchar de puro trámite.
Para evitar mayores cuestionamientos y el desmejoramiento de su imagen, el cabildo propuso entonces promover una denuncia ante la Comisión Federal de Competencia, la cual ingresó días después y en tres meses la CFC anunció iniciar el proceso de investigación (DE-020-2009) sobre práctica monopólica absoluto, no solamente contra las dos navieras sino con la otra compañía en Cozumel.
Apenas hace unos días, la dependencia federal finalmente emitió su resolución, donde estableció multa por un total de 25,750,166.55 pesos de los cuales Ultramar deberá pagar 13,859,723.94 y TMM (Raúl y Arminda Magaña) 1.3 millones de pesos.
Sanción por más de 25 MDP |
Pero la gente hoy en día se sigue preguntando ¿Y la multa en que beneficia a los isleños?
Está claro que una multa a estas alturas está por demás, pues aun cuando Ultramar pueda pagarla, para la empresa TMM será su golpe definitivo.
El propósito al final se cumplirá, pues aun pagando la sanción, al final Ultramar seguirá apostándole a ser la única empresa que operará (claro monopolio), mientras que Ricalde Magaña y familia siguen gozando de sus cruces de cortesía.
A NADIE BENEFICIA! LO IMPORTANTE SERIA IMPULSAR OTRO PUNTO DE ENTRADA (PUNTA SAM) EN CONJUNTO CON UN BUEN SERVICIO DE TRANSPORTE COLECTIVO AYUDARIA A DISMINUIR LOS COSTOS!!!